Somos un grupo de amigos o algo así, que nos conocimos, algunos en el primario, otros en el secundario. Y ahí estamos, tratando de crecer y no de sentar cabeza (a veces, cuando se puede)

Thursday, January 11, 2007

Crónica demorada pero real-La villa de Merlo


Merlo, San Luis, Noviembre 2006.

La villa de Merlo es un solaz y tranquilo paraje puntano enclavado (sí Héctor, sí Garchi, enclavado, qué tiene de malo o de sexual el término?) en el faldeo de los cerros Comechingones. Con una población estable de 22000 habitantes, debe su fama a un microclima, el tercero del mundo, compuesto por un conjunto de afecciones atmosféricas que caracterizan un contorno o ámbito reducido. Está tipificado por elementos topográficos, acción del calor, temperatura media, altura sobre el nivel del mar y potencial electromagnético del espacio atmosférico. Los elementos de esta tipificación en conjunto ejercen un equilibrio beneficioso para la salud.
Ionización: es el fenómeno por el cual los átomos se transforman en iones (es decir adquieren o pierden uno o más electrones y por lo tanto poseen una o más cargas elementales, positivas o negativas). La Villa de Merlo es una de las zonas del mundo que cuenta con mayor porcentaje de ionización negativa, lo cual es apreciado por turistas y lugareños. Con temperaturas promedio de 20 grados, este microclima asegura buen tiempo para disfrutar de unas relajadas vacaciones, sobre todo en los meses de octubre y noviembre.
Nadie podía imaginar algunas cosas que sucederían durante esa última semana de este infausto noviembre de 2006.
FULMINE
En algún momento del 22 de noviembre y en algún remoto lugar, Fúlmine, pasaje en mano, se embarcaba rumbo a la Villa viajando de incógnito, su pasaje por las provincias que hubieron de ser cruzadas para arribar a destino pasó inadvertido, pero tal situación sólo se mantuvo hasta la noche del día siguiente, día en que arribó a destino. Durante los días siguientes, la villa y sus alrededores fueron arrasados por vientos huracanados, copiosos lluvias, desbordes de arroyos y riachos, piedras y granizo azotaron a la apacible comuna. No se registraban antecedentes de tamaño desorden climático en los últimos 100 años. Hubo evacuados, los sistemas colapsaron, las iglesias se llenaron de fieles creyentes suponiendo que había llegado el fin del mundo. Para no dejar dudas a su paso, un apagón no sólo en Merlo sino también en todo el valle de Conlara, ensombreció esos lares durante algunos minutos. Llegamos con 34 grados, nos fuimos con 18. A su regreso de la villa, la tormenta viajaba a 90 kms por hora colgada del techo del micro en el que viajaba fúlmine. En la foto adjunta puede observarse al tsunami que se iba formando detrás de los sufridos turistas. (CONTINUARÁ)




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