UN RECUERDO

AMIGOS.

Ayer decidí pasar una noche tranquila, preparando una buena cena, buen vino y a dormir temprano.

A eso de las 18 hs me llama Patri avisándome que había fallecido Matías.

Quién era Matías???

Un chico de apenas 16 años que desde los 10 venia peleando contra la leucemia.

Tras muchos años consiguió que en el sanatorio Austral de Pilar le hicieran un transplante de médula (del hermano) y luego de esperar 3 meses para llegar al nivel de defensa "0", para que no rechazara la donación, estuvo 3 meses aislado hasta lograr valores aceptables.

Volvió a su casa a recuperarse por 3 meses más.

Durante ese período, donde parecía todo ok, le empezaron a dar mal los exámenes, de vuelta quimio y la semana pasada se infectó de varicela, que en defintiva fue la causa del fallecimiento.

Ayer lo velaron en Villa Martelli en una sala donde apenas entraba el cajón.

Estaban los padres, hermanos, tíos, amigos y más de 100 compañeros de colegio que lloraban desesperados y dejaban cartas, rosarios y recuerdos en el cajón.

Porqué les cuento esto?

No tenemos la más puta idea de lo bien que estamos, la bendición de una familia, amigos y lo más importante, los hijos.

Todos recordamos que:

Si se mueren los padres somos huérfanos

Si se muere nuestra pareja somos viudos

Pero si se muere un hijo no somos nada.

Paremos la mano, arranquemos de nuevo.

Sí, es lo mismo que pasa en la ruta cuando vemos un accidente.

Frenamos, vamos más despacio y al rato nuevamente al limite.

No es la primera vez que acompaño a un amigo que pierde un hijo.

Sí, espero que sea la última.

Un abrazo y un beso a sus hijos de parte mía.

Carlos Alberto Magliola