VIERNES 11 DE FEBRERO DE 2012

AUSENTES:

Charly: tenía mesa a primera hora del Sábado en Los Arcos.

Hugo: sigue festejando. No tendría que garpar algo?

Héctor: parecía que venía.

El Indio: siempre con esa excusa de que le queda lejos.

Albert: gozando de unas relajadas y merecidas vacaciones junto a sus seres queridos, a saber de Paloma, mamá, las chicas y sus consortes en caso de corresponder, las nenas y el hámster que se les compró a las nenas.

El resto presente, inclusive el Sr. Embajador de Los Pampas. La reunión fue en lo de Garchi. Ni bien abierta la puerta una suave y persistente brisa marina fue invadiendo los pulmones de quienes íbamos ingresando a la finca. Ese aroma a pescado fresco, ese fruto de mar que tanto valoramos hoy se nos presentaba como imagen vívida en ese templo de placer y lujuria. En fin, Uds. sabrán comprender.

El morfi un asado de aquellos, un lujo de verdad. La bebida escasa. El aporte de los asistentes no fue muy destacado. Menos mal que al anfitrión el inodoro le funcionaba perfectamente y en un acto de desprendimiento sin antecedentes pudo ofrecernos sin límite y si cargo agua fresca. Otra vez la brisa marina.

La reunión fue distendida y relajada. Tuvimos como fondo, como corresponde, el balonpie. Por el rabillo del ojo pudimos ver el ajustadísimo triunfo de Lanús sobre San Lorenzo y la paliza que le pegó Boquita a Olimpo. Bueno ché, errar es humano. O no se le pueden escapar a cualquiera 4 jugadores en off side. Es más, se cree que los defensores de Olimpo llegaron al estadio el Martes por la tarde.

Dentro de los dimes y diretes surgió nuevamente el hecho de hacer algo en las reuniones. Nuestro Pai saliente (ver próximos párrafos finales) propuso algo así como hacer un check in al inicio de cada reunión, consistente, en líneas generales, en comentar al grupo como llegamos a la misma (no boludear con en auto, en bicicleta, etc.).

Una de las notas fue el padrino. Tenía en su rostro un raro rictus y babeaba permanentemente por su comisuras mientras repetía casi en forma alucinada rock, rock, rock. Pareciera ser que después de su desenfrenada danza con la blonda niña novia de un amigo de la familia hubo dormido una semana en el jardín de su casa. La especie no está confirmada.

El Negro compartió con nosotros una carta que una amiga de Liliana hizo llegar a la familia desde Roma. Más allá de lo emotivo del hecho, nos llevó a hacer algunas reflexiones de esas que solemos hacer frente a situaciones extremas pero que a diario nos olvidamos. Tal vez si al Negro le parece bien, podríamos leerla nuevamente y darle otra vuelta de reflexión.

He guardado los dos párrafos finales para los personajes destacados de la noche, a saber de:

a) El Tarro. Casi casi parecía un ser humano. Escuchó, dejó hablar, expuso en forma clara y concisa y bueno, tampoco la perfección. Parece que el apellido de Colón no era Colón.

b) Martín Fierro de oro, Oscar de oro, premio Grammy para nuestro Pai entrante con mandato por los próximos 80 años: Palanga. “.. estoy trabajando para de aquí a fin de año alcanzar la inconciencia total, y después, el infinto…..” Que el Dalai Lama se vaya a hacer un baño de asiento.

Au revoir