Pequeñas anécdotas (imaginarias o no)

Te puedo asegurar que no, no insistas. Nunca se le había ocurrido que eso podía pasar. Por supuesto, por su cabeza pasan muchas cosas (no es por el tamaño, boludo, estoy hablando en serio). Vos sabés como es, hace años que anda en esa onda y además siempre está tratando de compartirlo con nosotros, que la naturaleza, que el cosmos, que las plantas, etc, etc. Siempre pensó que hay una conexión con los otros reinos de este planeta. ¿O no te acordás de las últimas vacaciones en Córdoba cuando salía solo a caminar y hablaba con el río, con las flores, hasta con las piedras! Obviamente, el pibe está convencido, es como un don que le sale de adentro. Ahora, te digo, en la puta vida se pudo haber imaginado que esa noche frente al ceibo, al lado del río, el inmenso árbol iba a abrir una grieta en el tronco y le iba a preguntar: Qué tal Pablo? Cómo va la vida?
Para el Raro, con afecto.