Tal cual se muestra en la foto adjunta, en la prestigiosa localidad de Merlo, pcia. de San Luis, tierra del Adolfo, existe una sucursal de Temaikén. En ella habitan ciertos especímenes cuyo origen es más bien incierto, casi, casi indescifrable. Muchas veces hablan a los gritos, algunos tienen hábitos extraños y otros no se sabe bien para qué están sobre esta tierra. Quieren parecerse a los seres humanos, a quienes imitan casi a la perfección. Por suerte, están encerrados y bajo custodia permanente, dado que son realmente un peligro para la raza humana. De todas maneras, no seamos crueles con ellos, ya tienen suficiente castigo con lo que son. Que su imagen nos recuerde lo que puede provocar un desvío de la naturaleza. Esperemos que no vuelva a repetirse.
Nota aclaratoria: no son los únicos, hay más. Algunos andan sueltos pero confiamos que pronto estarán tras las rejas, tal como están los que aquí mostramos.