AUTOR: Gustavo Adolfo Miceli (febrero de 2007)
Ya partió el amigo Hugo
va con Gladys, su pareja
esa que nunca se queja
si no hay nada que comer.
Uds. querrán saber
cual es el itinerario
Hugo es supernumerario
y todo lo habrá previsto
viajó a Mendoza en un micro
reservó el más económico
salió de Retiro el sábado
era un servicio especial
tardó tanto en llegar
que el domingo al arribar
pensó que estaba soñando.
Y un lápiz le estaban dando
para dibujarse el orto.
Hugo en su generosidad
conocida en todo el mundo
y ese hábito muy profundo
de despilfarrar dinero
consiguió un testaferro
de esos que andan en los gremios
le garroneara alojamiento
en un depto. monoambiente,
tenía una Villa enfrente
con una cama camera
replegable a la pared.
Y dos bolsas de dormir
pa' dos más que iban a ir.
El precio, ni se imaginan
el gastar así la plata
el no se anda con reparos
convino pagarlo en cuotas
con gajos de una pelota
que tenía de pendejo.
Y como no anda en pequeñeces
le compró joyas a Gladys
que adquirió en Djenderedjian,
y como es amplio de criterio
se lo llevó a Sebastián
pa' acompañar a Guillermo.
Te invito, podés venir
disparó el desprendido
vos te pagás el Hotel,
viaje, comida y gastitos.
lo demás lo pago yo
que en estos gastos nunca me achico
!Pobre el niño Sebastián!
el hijo del dragoneante,
-¡Si sabía esto antes,
de mi casa no salía!
Se gastó toda la guita
que el viejo le habilitó,
Hugo encima lo curró
y le pidió prestado,
dijo que Alberto le debía
dinero de algún asado.
Hugo voló en parapente,
!siempre fue un tipo valiente!
después los ojos cerró
y se cayó de repente
también se arrancó un par de dientes.
Después se metió en el río
a serpentear en los rápidos,
a hacer un poco de rafting
"yo entrené haciendo marketing"
y rápido se bajó
muy golpeado y vomitando.
Ya se alejó de Mendoza
se marchó para el Bolsón
va a parar en lo de Chusi
ahora el dueño es Roberto,
tenía un saldo a favor
un restito, una cometa
del cual se hizo acreedor
cuando viajó con la Promo
con Jesús en camioneta
y fue el administrador.
Subirá al Piltriquitrón
y al cajón del río Azul,
comerá truchas criadas
y dulces de frutas finas
y por si acaso lo ven
allá por el Lago Puelo
o tal vez en Epuyén
buscando a orillas del lago
los fósiles del aquel cago
que hizo historia en ese suelo,
no es encargo de un museo
lo pensó antes de partir
para Pablo de regalo,
y no gastó en souvenir.
Volvió a Baires renqueando
y con el cuerpo dolorido.
Pero se trajo en sus bolsillos
más dinero que el llevado.
Y para más, en el estudio
dejó al Pai de carcelero
a asesorar con esmero
a cuanto cliente quedó.
-Para cuando vuelva ya
todo estará resuelto
porque Pablo trabajó
y el cobrar lo hago yo,
que no me quedo con los vueltos.
¡Viva el santo despilfarro,
y tirar el vento a dos manos!
Como soy un tipo sano,
ya no gasto en el médico,
desayuno en algún Bar
y vos a Medical Hair
a alfombrarme la azotea,
"ningún pelo ya me queda",
pero me van a injertar
con los hilos de un telar
para tapar la brillosa
y como dijo Barbosa,
así es amigo la cosa
ya no hay nada más que contar.
