Somos un grupo de amigos o algo así, que nos conocimos, algunos en el primario, otros en el secundario. Y ahí estamos, tratando de crecer y no de sentar cabeza (a veces, cuando se puede)

Saturday, May 26, 2007

EL LADO OSCURO DE HUGO



Viernes 25 de mayo de 2007. 4to viernes de mayo. Reunión.
Ausentes: Eduardo, de vacaciones. Héctor, medio enfermo. Claudio, bueno, en realidad no faltó, él siempre está, dice él, en fin. Pablo, "laburando" en San Pablo. Más los ausentes de casi siempre, el Tarro y el sr. Badell.
Menú. Bueno, acá empieza el problema. La invitación de Hugo fue real, concreta, bien definida: hago asado. Hacia su hogar nos dirigimos, eran las últimas horas de un viernes más...creíamos nosotros. Llegado que hubimos, densas sombras se cernían sobre todo el vecindario: habrá ahorro obligatorio? Estamos en guerra y no nos avisaron? No...corte de luz generalizado causado por manos ¿anónimas? En fin, ahí estábamos intentando no golpearnos con mesas, sillas, sillones, tratando de adivinar donde sentarnos con la luz de algunas velas poco aptas para tanta oscuridad. Uno caminaba por la cocina o el living y chocaba con otros que intentaban saben por donde había que moverse. Era el lado oscuro de la luna, el costado desconocido de Hugo. Una nueva metodología para ahorrar costos? Está sugiriendo Hugo que hay que aumentar el cánon? En el medio de la mesa, parecía haber una picada. Nos sentamos, hambrientos como todos los viernes y ahí se largó: ché, me das una papa frita? Y recibía un pedazo de salame. Ahhh., qué rico salame...dijo otro mordiendo una aceituna y rompiéndose dos muelas al morder el carozo. Querés queso? Preguntó uno, Dale pasalo contestó alguien y recibió un pedazo de pan con maníes. Complicada la picada. Pero ahí nomás, la parrilla empezó a escupir de todo: chorizos, morcillas, mollejas, todo acompañado por unas soberbias papas al aceite, o aceite con papas? que nos dedicó el zurdito golfer, intentando compensar el fiasco producido hace un mes en su casa cuando preparó 300 grs. de papas para 18. Hugo iba y venía con la linterna intentando rescatar algo: tomen, ahí tienen asado quemado o vacío crudo, elijan. Las velas alumbraban menos que un fósforo en una noche en el desierto del Sahara. Los tenedores se estrellaban contra platos vacíos, el que quería tomar vino, le acertaba a la soda. El que quería gaseosea le erraba al vaso. Entre molleja y asado, charla variada, muy a tono con lo oscuro de la noche: un tono pausado, tranquilo, temas trascendentes y de los otros. De repente, cuando ya estábamos cansados de tanto comer morcilla por chorizo, ensalada de zanahoria sin aceite o unas mollejas calentadas en una ollita según un nuevo método recomendado por Charly, con los postres a medio servir: VINO LA LUZ!!!!!!!!!!!!!!!!!!!. Flan con dulce y/o crema, café, champagne, pero con luz. Y tal como lo había anticipado el Gus, volvió la luz y Gabi nos dedicó unas ideas y reflexiones pero con un tonito de voz que generó la inmediata rechifla de todo el resto. Atrás se escuchaban las puteadas de Hugo, ya que el corte de luz, según nos dijo, atentó contra la calidad del asado.
Como novedad, ya tenemos definido el lugar donde viajar en octubre: Cataratas de Gualeguaychú, pasando por Tafí de Villa Belgrano, yendo en 3 combies y haciendo combinación con el tren que va a Mar del Plata y micro hasta el Tigre. Un párrafo aparte para las zapatillas de Palanga, tal cual quedó registrado en la foto que nos acompaña.
Que quede claro: quisimos ayudar a levantar la mesa, lavar los platos, pero Hugo se negó rotundamente, tal vez temiendo algún hurto. Eso sí, a pesar de haber pagado $50 cada uno, de todo lo que sobró, el quía no entregó ni las migas...
Nos fuimos sabiendo que habíamos tenido un asado, bien, bien oscuro.
Nos estamos viendo.

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