CENA DE VIERNES
VIERNES 11 DE SEPTIEMBRE DE 2010
ASADO EN LO DE ALBERTO
Nuevamente me toca dejar el banco de suplentes y mecanografiar una crónica. Esta vez porque la reunión fue en la casa de nuestro redactor estrella, y confieso que esta fama me está gustando.
Hechos previos al evento
a) En la semana Charly tuvo que pegar un grito para poner las cosas en su justo lugar. Así fue como apareció la convocatoria y los rebeldes del teclado se dignaron a confirmar sus presencias o ausencias.
b) La Negra, como siempre, a la altura de las circunstancias.
- Albert, te dejé un paquete de palitos y otro de maníes. Te hará falta algo más para el asado?
- No vida, y si algún detalle se te escapo yo me ocupo. Muchas gracias.
c) Sobre la media tarde llamo al anfitrión para ver si podía colaborar en algo. Voy a hacer un asadito, me dice. Me faltan los chorizos y los churrasquitos de pollo. Podrás pasar por el Portugués y comprarlos. Como nó respondí, y una sonrisa se dibujo en mi rostro. Ya en lo del Portugués solicito lo encomendado. Asadito? Me pregunta. Sí, en lo de Alberto. También se dibujó una sonrisa en su rostro.
El evento
Charly y el que suscribe, Cacho, llegamos en aliscafo. Hugo y Pablo en un gomón de prefectura. Marcelo en el nuevo tramo de submarinos que une Avellaneda con Florida (otro logro de este gobierno). Gabriel en un Hércules de la Fuerza Aérea y Garchi, desde esta semana amante de los deportes extremos, en un velero. Vino haciendo de mástil. A los postres llegó Héctor, demorado por un huracán que atrasó la salida del Vapor de la Carrera desde Montevideo.
Ausentes el Tarro, maremoto en la laguna Don Tomás; el Negro, un glaciar a la deriva le impidió cruzar Paraná; Palanga con la brocha gorda y el Tano, perdimos su rastro.
La picada consistió en los ya mencionados maníes y palitos más un exquisito queso, un salamín de primera y unas aceitunas que agrego nuestro amigo para saciar el hambre de las bestias.
Luego continuamos con unas empanadas y pizzas adquiridas a último momento como consecuencia de la suspensión del asado derivada de esa impredecible, insospechada y sorpresiva catástrofe climática que azotó sólo a la zona norte.
La figura central del sarao era obviamente el Pai, de quien todos esperábamos ansiosamente la narración de sus aventuras en las tierras de Kunta Kinte. Nos contó la vivencia de compartir una experiencia de esta naturaleza con sus dos hijos, las características del lugar en donde se hospedaron y las actividades que desarrollaban en ese lugar destinado a la atención de personas con capacidades diferentes. Parece que lo que más le copaba del lugar era el catering, en especial el desayuno.
Luego también nos describió el paseo que hicieron llegando casi hasta el Océano Inidico, los paisajes que observaron y la reunión que los tres mantuvieron con Alan, personaje al que estuvieron buscando y tratando de localizar para al final darse cuenta que estaba casi a media cuadra del lugar en donde se encontraban. Aún hoy no logra descifrar de qué hablaron luego de una charla en inglés de 4 horas entre ambos.
De inmediato cobró protagonismo Garchi. Como ya hemos dicho, desde ahora amante de los deportes extremos, comentó que había ido a una serie de exposiciones de películas sobre estas disciplinas. Frente a las mofas y risotadas de los presentes hubo de confesar que asistió acompañando a alguien (seguramente a algún amigo). Comentando lo que había visto, mencionó los rápidos del río Puelo y algo sobre una represa que se pensaba hacer en el límite con Chile.
La palabra Puelo produjo en Charly el mismo efecto que en la hinchada de Racing un empate. Tomo la palabra y durante aproximadamente 45 minutos nos explicó caudal de los rápidos, motivos de la represa, factores climáticos, diferencias entre las aguas de los distintos lagos que lo alimentan, características de la vegetación a un lado y a otro de la cordillera y toda una serie de detalles adicionales que ni el mismo Aníbal J. Puelo se imaginó al momento de su creación.
También abordamos el tema del viaje, quedando casi definido que el mismo será a partir del Miércoles 26 de Octubre y luego de finalizando el censo, teniendo como destino algún lugar de Entre Ríos. Gabriel propuso Victoria y que nos hospedáramos en el complejo El Molino, mientras que Pablo propuso que “vayamos viendo”. Parece que en “vayamos viendo” no hay que hacer reservas con anticipación.
La reunión finalizó con una plática distendida sobre temas diversos y algún sobresalto por algunas imágenes que aparecieron imprevistamente en la pantalla de la TV.
Sepan disculpar si hubo alguna omisión y dada mi inexperiencia en este metier siéntanse libres de agregar lo que quieran.
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