Viernes 13 de junio

Un nuevo viernes, el segundo de junio, fecha un poco discutida en cuanto a si es yeta o no, pero ahí estábamos casi todos: faltaron el internacional Mr. Pot (sr. Tarro) y el Negro que estaba de cumpleaños con su hija Micaela. El resto, firme junto a las empanadas y pastas de Jesús quien además humilló con su nuevo fitito recién comprado, vayan nuestras felicitaciones al respectivo.
De los temas hablados, podemos rescatar obviamente, alguna que otra discusión política liderada en decibeles por...quién va a ser? No lo adivinan? Bueno, no lo digo, total ya lo saben. Acompañó, extrañamente, el Pai, no en decibeles pero sí en cuanto a ideas y debate. Por ahí anduvo también el Gustavo, quien a no dudarlo tiene una posición muy clara respecto del gobierno, el campo y todo eso que nos está pasando.

Como para desactivar un poco el ambiente, se propuso hablar del viaje, fechas y lugares tentativos. En eso estábamos cuando el sr. Gustavo Otegui avisó que no viajaba, cosa que sorprendió porque no estaba en nuestra lista de posibles ausentes. Aclarado que se le pidió el motivo, don Gustavo nos comentó que andaba con un problemita: tiene ganas de decir la verdad, no callarse frente a lo que él considera injusticias. Y para evitar que pasemos un mal momento, preferiría alejarse del viaje. Varios de nosotros intentamos clarificar un poco la situación haciéndole ver que nosotros no tenemos ningún problema con que él tenga esa actitud, que no deje de ir al viaje por lo que nosotros podamos pensar. En todo caso, es un problema de Gustavo. En mi caso particular, no entendia bien porque se puede estar un viernes durante 4 o 5 horas y dejar de ir a un viaje. Su respuesta tuvo que ver con que en un viaje la convivencia es mucho más estrecha y se dan situaciones que no ocurren un viernes. Particularmente, creo que ambos (nosotros y Gustavo) entendimos la posición de cada uno y esperamos (nosotros) que Gustavo pueda rever su decisión. El que está al horno con papas es Charly, quien ya dijo que no viene (problemas personales y casamiento de su hija).

Siguiendo con el viaje, hubo tiempo para opinar sobre el lugar donde ir. Parecería que Chumamaya se llevó las palmas, si bien seguramente habrá que confirmar esto en próximas reuniones.

La fecha es última semana de octubre, 1ra de noviembre. Justamente al hablar de la fecha, se hizo una pequeña encuesta para responder a la pregunta: ¿cómo va a estar el país en noviembre? Mejor o peor que hoy? Para hacerla corta, todos opinaron que íbamos a estar mejor, excepto Palanga y el que escribe. Como me tuve que ir antes de terminar la reunión, el tema quedó un poco en el aire y dado que este es un espacio abierto a todos los del grupo, me gustaría poder decir algo más al respecto porque además esa votación trascendió y se habló de mi pesimismo.

Bajo ningún punto de vista quiero transformar este blog en un lugar de debate político ni muchísimo menos. Hay una frase que anda dando vueltas por ahí, la cual no me pertenece y que dice: un pesimista es un optimista bien informado. Ayer escuché a un sacerdote por radio que decía algo así como que no era optimista con la situación pero tenía esperanzas. Y es exactamente así: ojalá nos vaya muchísimo mejor que hoy, quiero que sea así, pero no veo razones objetivas para pensar que eso vaya a ser así. Y viendo lo que pasó durante el fin de semana, estoy más convencido que antes: qué significa un ex presidente saltando como un poseído en la Plaza de Mayo el sábado por la noche? Qué significa un secretario de comercio (Moreno) entrando a la misma plazo rodeado de gorilas y patovicas? Qué significa ese mismo secretario abrazándose con D'elía (un tipo que tomó una comisaría y no se sabe de que labura ni para quien labura) el domingo por la noche? Qué significan dos ministros que el sábado por la noche trataban de justificar lo que hicieron en Gualeguaychú (hay dos millones de cortes x día y justo van ese día a ese lugar...?)

Si tienen un ratito, lean el diario Crítica del lunes y el de hoy, no les pido que lean La Nación o Clarín, con datos, pelos y señales de la fuerza de choque de este gobierno. Frente a esto, no puedo menos que dudar enormemente de como va a quedar esta sociedad después de este despelote. Y que quede claro: no estoy poniendo en duda los logros buscados, casuales o no de este gobierno ni estoy defendiendo al campo (no estoy de acuerdo con ningún corte). Y tampoco coincido con aquellos que quieren que este gobierno fracase o se vaya, ni por asomo. Pero la verdad es que hace rato que no veía una división tan grande en la sociedad, actos por acá, actos por allá, insultos por acá, y otro más allá. Lo del campo seguramente va a tener una solución, mejor o peor, pero creo que este conflicto hizo aparecer viejos demonios que parecería estuvieron siempre por ahí,por derecha o por izquierda. Ojalá, sinceramente, me equivoque.

Bueno, esto ya fue demasiado. Sepan disculpar, pero si el viernes pasado me hubiese quedado hasta el final, toda esta perorata no hubiera hecho falta.

La próxima reunión será en la casa de Garchi, el último de los poetas vivos, el que la sigue poniendo, el que está de novio y sin apuro, el que viaja, el que baila salsa y rock and roll, sí, nuestro ídolo además tiene tiempo para recibirnos en su casa. Ahí estaremos.