EL QUE COCINABA

Oriundo de allende los mares y natural de Galicia, integraba la comitiva, como corresponde a este grupo de notables, un maestro chef de categoría internacional. Sus comentarios pre-viaje del tipo: "no podemos llevar una paellera en micro", "no sé con que utensilios me voy a encontrar allá", "no encuentro mi recetario", etc, generaron un tufillo extraño en los viajeros. Se percibía cierta actitud sindical de brazos caídos en el susodicho, alineado a Moyano en el sentido de que nos iba a dejar de seña. Además se notaban sus uñas cuidadas y esmaltadas, junto a un ir y venir por los diferentes ambientes de la casa, bien lejos de la cocina. Y así fue, imprevista y arteramente, paró. Nos dejó librados a las fauces siniestras de los comerciantes gastronómicos de la zona. Aprovechando la ausencia de nuestra Lita de Lázzari, el inconmensurable Palanga, nuestras billeteras fueron arrasadas en diferentes cenas y almuerzos. Con sentido de culpa y sometido al reproche y escarnio de sus compañeros de juerga, decidió intentar redimirse con un soberbio chimichurri para el asado que tan gentilmente nos prepara el gentil Rodilla, el cual fue recibido con gritos del tipo: Ahora el chimichurri te lo metés en el..., Jesús, compadre, etc, etc. Se comenta que la pócima de referencia fue producto de un "...Cachito, fijate si hay un sobrecito para hacer chimichurri...". La especie no pudo ser confirmada.
También se ha puesto en duda su buen nombre y honor. Es real que salió de la villa con un patrimonio superior al que tenía a su arribo. Parece ser que la Asociación de Carniceros de Merlo derivó importantes sumas a su cuenta bancaria en las Islas Canaria, con motivo de haber podido colocar los excedentes de carne de cebú homosexual alimentados a aluminio y acero laminado de la temporada 1999/2000. La combinación del "chef" y "Rodilla" generaron un acontecimiento parrillero único en su especie. (CONTINUARÁ)